LA GRAN DISTORSIÓN

HIPÓTESIS Y TEORÍAS QUE EXPLICAN ALGUNOS MISTERIOS

ÍNDICE CAPITULO 1 - Un tejido afín a la gravedad. CAPITULO 2 - Un desplazamiento en el tiempo. CAPITULO 3 - Una sustancia que se puede barrer. CAPITULO 4 - Unos cristales que hablan. CAPITULO 5 - Las delaciones de un chamán. CAPITULO 6 - Un animal dentro de otro. CAPITULO 7 - Reflexiones cortas. CAPITULO 8 - Un trozo de instinto llamado cultura. CAPITULO 9 - Liberar el alma del cuerpo. CAPITULO 10 - El lenguaje de la virgen. CAPITULO 11 - Preguntas respondidas. INTRODUCCIÓN UN POCO DE ORDEN EN EL MUNDO DEL MISTERIO. Este texto es un intento de poner un poco de orden y de marcar, por lo menos, un inicio desde donde empezar a pensar en los fenómenos que se entienden imposibles. En un principio, no son hipótesis muy sólidas pero, se puede entender que, es un punto de partida. El primer suceso, a priori absurdo, sacado de un libro de Pepe Rodríguez titulado Curanderos: Viaje hacia el milagro, cuenta la historia de un curandero que concentra a sus seguidores en una colina y hace que las nubes del cielo se concentren en un punto. ¿Cómo lo hace? Vamos a imaginar que el cielo que vemos es un tejido flexible y que se ha concentrado en un punto de ese tejido y lo ha empujado hacia abajo. Si eso fuera así, entonces las nubes solo tendrían que caer por gravedad sobre ese punto. Solo habría que partir de la base de la existencia de un tejido invisible, que tiene alguna afinidad con la gravedad ¿Podría existir ese tejido y nosotros no saber de su existencia? Bueno, podríamos pensar que si no se ve y solo algunos hombres son capaces de distorsionarlo, se podría pensar que sí. Esto implicaría la existencia de un ser humano mágico. ¿Hay más sucesos en el mundo que puedan corroborar esa distorsión? Parecería que sí, toda la fenomenología ovni es un ataque a la ley de la gravedad. La idea se complica más, si pensamos que le hombre dentro de su cerebro tiene una herramienta, un sensor afín a ese tejido, que le permite manipularlo y sentirlo. La idea de un sensor dentro del ser humano, que en un principio sienta ese tejido afín y más tarde, interactúe con él tampoco es descabellada. Este sensor explicaría muchos presentimientos acerca de cuanto nos rodea y sobre todo, presentimientos relacionados con los objetos a nuestro alrededor. Desde mi punto de vista, este sensor tendría la capacidad de distorsionar el tejido, de modelarlo y como ya hemos dicho, este sentiría las fluctuaciones de la gravedad con lo que esto nos pondría en situación de, no solo ver, sino sentir, la salida del sol o la posición de la luna o la llegada de un cometa, y esta situación modificaría al tejido para ser de una manera de día y de otra manera de noche, además de ser más o menos flexible si marte está más cerca o más lejos. La tercera idea con la que jugaríamos seria, el pensar que la conciencia está desajustada, con el tiempo todas las conciencias, entendiendo por conciencia la percepción de uno mismo, están desfasadas con respecto al tiempo real, están retrasadas. Este concepto es un poco más difícil de explicar pero, nuestra conciencia estaría anclada en un tiempo que ya ha pasado y volvemos a la idea de la existencia de un hombre mágico, que tuviera la capacidad de desanclarla y moverla por la línea del tiempo. Una forma sencilla de verlo sería, como si nuestra conciencia fuera un alfiler de la ropa en un tendedero. El alfiler en un momento determinado se podría soltar y moverse. Esta idea explicaría que alguien pueda ver el futuro, cosa muy común en este mundo. Traería también, algunas implicaciones con respecto a la sustancia de la que está hecha el tiempo, pero de momento lo dejamos aquí. La siguiente idea a desarrollar, sería la existencia de una sustancia, una fuerza, una intención, que se podría introducir, acumular, inocular, en algunos lugares como el agua, el azúcar, etc. Y esta idea es la que más pruebas acumula y la más difícil de desarrollar. La última es la existencia de acumulaciones de neuronas, de cristales de neuronas, que una vez cristalizados y perdón por la insistencia de la palabra, tendrían la capacidad de hablar y viene a dar a entender, que algunos de los fenómenos relacionados con el espiritismo, se deben a algunas emociones que tienen la capacidad de hablar y en las siguientes paginas analizaremos su lenguaje. Amenizaremos estas ideas con preguntas y respuestas para que la lectura no resulte aburrida. LA PRIMERA HIPÓTESIS EL TEJIDO AFÍN A LA GRAVEDAD. La primera hipótesis plantearía la existencia de un tejido invisible a los ojos, un tejido que sería ajeno a la luz, pero que es afín a la gravedad y aquí nos surge la primera pregunta. ¿Porque no se nos ha hablado nunca de ese tejido? ¿Porque no hay literatura? La primera idea es, porque el sensor está lejos del lenguaje, por alguna razón, el sensor no está en el campo del lenguaje. También, hay algo que la historia nos demuestra y es la capacidad de no ver algo muy evidente, por ejemplo la peste negra. La peste negra, mato a millones de personas y estuvo a punto de acabar con la especie. No se supo ver la relación con la rata y no solo, no se supo ver, sino que, en algunos lugares culparon a los gatos, exterminando a estos. Ningún chamán, ni santo, ni sabio, lo advirtió y el conocimiento permaneció oculto. (Quizás ya había pasado). El problema de verbalizar algo, ya es un problema en si puesto que, si no eres capaz de verbalizarlo, no existe este hecho y nos pone a nosotros en una situación difícil. ¿Cómo vas a hablar de algo de lo que no se puede hablar? Bueno, nosotros solo pretendemos aproximarnos y solo hablaremos de observaciones. Nadie nunca ha dicho, “siento un tejido estructurado de tal o cual manera” y “hecho de tal o cual sustancia”. Es el problema de no poderlo ver y de no poder verbalizarlo. Saliendo del juego de las preguntas, podemos imaginarnos un mundo sin luz, en el que se haya ido elaborando un tejido que conecte, no todo lo vivo sino, todo y una vez construido este mismo tejido, hizo la aparición la luz. Si tuviéramos que ponerle un nombre a ese tejido lo llamaríamos “Un tejido elaborado con las líneas de fuerza de la gravedad”, pero no tiene necesariamente por qué ser así. Retomando la idea de la luz, si un animal observara alguna ventaja en el uso de ese tejido y seguimos imaginando un mundo sin luz, por ejemplo en el fondo del mar, donde la luz no llegue, este desarrollaría un sensor para percibir perturbaciones. No para percibir la intensidad de estas, sino tan solo estas. Esto nos pone en la situación de un sensor que, o bien dejo de usarse con la llegada de la luz y es un fósil, o bien algún animal ya con luz, lo desarrolló. Yo me inclino a pensar que es anterior al uso de la luz y que subsiste pero, a veces me inclino a pensar que es connatural al hombre. El caso es, que el sensor de luz y el sensor de sonido, son más prácticos a efectos de supervivencia. La idea de un sensor, también trae consigo la distorsión de lo que se siente, es decir, cabe la posibilidad de saturar el sensor y este, interpretar mal o distorsionadamente lo que siente y cabe la remota posibilidad de traducir eso que se está sintiendo a imágenes. Además, también cabe la posibilidad de que esta distorsión del tejido, modifique todo el contenido de la mente. Una pregunta; ¿Cómo es posible que sacar a una virgen en procesión, acabe con una sequía? Algo común en el Catolicismo y ¿Cómo es posible que un hombre que no esté en paz con Dios, atraiga una tormenta? Jonás y Cabeza de Vaca, serían dos personajes que encajarían en estas historias. A la luz de lo expuesto, podríamos decir que, en el caso de Cabeza de Vaca, su sensor está distorsionando conscientemente el espacio sobre ellos. Porque su sensor está siendo maltratado y en el caso de La Virgen, el deseo de todos confluye en la imagen sagrada y esto hace que se distorsione el espacio. En este sentido, sí hay abundante literatura, en la que un hombre o los sensores de los hombres, mal sintonizados, distorsionan el cielo o el suelo, provocando sequías o malas cosechas. El caso de La Virgen aparecida en la Salette, por ejemplo (esta idea da mucho más de sí y la se tratará más tarde). Resumiendo: manejamos aquí dos ideas, la idea de la existencia de un tejido invisible a la luz, que es afín a la gravedad y la idea de un sensor que lo percibe, que no está en campo del lenguaje. A mí, personalmente, me sorprende más el que no esté en el campo del lenguaje y esta quizá sea la razón de su inefabilidad. Y, casi podríamos decir que, lo saca del cerebro donde podíamos entender que, todo se convierte en lenguaje aunque sea en forma de síntoma. Algo que se me ha pasado es, la cantidad de literatura que hay acerca de las personas mágicas LA SEGUNDA HIPÓTESIS LA CONCIENCIA RETRASADA EN EL TIEMPO La segunda hipótesis es la hipótesis de la conciencia retrasada en el tiempo que, trae implícito la idea de una conciencia de todas las especies, de toda la vida, desplazada en el tiempo. El cómo se imbrica, donde se ubica y de que está hecha, es un asunto un poco más difícil de concretar. El trozo de conciencia que nos pertenece, se puede mover por el tiempo. Esto es algo de lo que tenemos mucha literatura, por ejemplo, hasta donde yo sé nadie dice: “¡yo viví, sentí, vi, a los dinosaurios!”, y lo dice como una experiencia real pero, sí hay personas que dicen, “¡yo vi la llegada de Cortés a Tenochtitlan!” dicho por Arnold Toynbee y contado en primera persona. Parecería que esta conciencia, entendiendo por esta, la que se desplaza en el tiempo, se formó en el hombre y no la tienen los animales como el perro, por ejemplo. Algo de lo que también hay mucha literatura, es de los viajes hacia el futuro, hacia donde parece que empuja el tiempo. Es difícil ver un pueblo que no tenga un profeta, que es alguien que ve el futuro del grupo. La ubicación de la conciencia en el tiempo no termina de estar bien ajustada, tal que todos los miembros de la especie perciben el futuro, de una u otra manera, solo que muy a corto plazo. Y al respecto del pasado, se pueden revivir acontecimientos, si bien lo normal es “recordar”, hay personas que “reviven”, viajan en el tiempo y vuelven a vivir el hecho con todas sus implicaciones (la “toma de conciencia” tendría mucho que decir aquí y la retomaremos más tarde) Hay, en este caso, una creencia y no sé si acertada o no, de que a un niño no se le puede leer el futuro, algo que habría que investigar por si existiese algo de literatura. Quizá la conciencia del niño no sea aun autónoma y el grupo la asocia a la madre, de manera que, el futuro del niño corre por cuenta de la madre. ¿Pero el futuro ya ha pasado? Pues la respuesta seria “Sí”. Esto es difícil de entender. ¿Mi padre ya ha muerto? Pues Sí y ¿puedo saber cómo murió? Sí. Lo que ocurre es, que tu conciencia del tiempo aún no ha llegado a ese punto. Un símil contemporáneo es la superbowl. Este evento se retransmite con varios minutos de deslizamiento en el tiempo, en cambio, ninguna de las personas que lo ven tienen conciencia de ese desplazamiento. (Un deslizamiento en el tiempo intencionado). La literatura al respecto de este desplazamiento temporal o de este lapso personal, se ve con mucha claridad en los encuentros cercanos a la muerte (ECM). Hay constancia de muchas experiencias cercanas a la muerte, en las que una persona ve su futuro, sobre todo su futuro personal, no el del país o el del planeta, que más tarde se cumple. También sucede que una persona puede ver a sus antepasados, es decir, ve un poco de su pasado familiar y de su propio pasado, en una especie de ajustes de cuentas. En esencia, en esta experiencia la persona ve un poco, o todo su pasado y también ve un poco, o todo su futuro (libro Enrique Vila “yo vi la luz”). Las experiencias cercanas a la muerte (ECM) las trataremos en otra ocasión, porque es un tema muy completo en el que se hacen observaciones muy interesantes. En resumen, la idea de un cierto desplazamiento de la conciencia, explicaría algunos sucesos, sobre todo los relacionados con el conocimiento del futuro. La idea de una especie imbricada que intercambia conocimientos y experiencias, no es nueva, y de ella solo se tiene literatura y/o narraciones, es decir, no hay una foto del hilo que une, ni de un experimento claro que lo demuestre y aun así, está llena de pequeños milagros. Edgar Cayce y toda su literatura escrita, es una demostración de esa conexión entre conciencias, a tiempo real. ALGUNAS REFLEXIONES CORTAS. Lo que definiría a un ovni es su relación con la gravedad. De donde vienen los ovnis no tiene tanta importancia, como los fenómenos que producen. En cierto modo una persona moribunda, en una ECM no hace nada extraordinario. Todo lo que le pasa ya paso antes a otros en otro estado. Vivimos en un mundo donde el “mecanismo del disfraz” está ampliamente difundido, (la mente es experta en su uso). Si una brújula se vuelve loca en un lugar donde aterrizo un ovni y gira continuamente, no es un campo magnético el que la mueve, y si ese giro tuviera fuerza, allí mismo se instala un generador Si un chamán hace que todas las nubes confluyan en un punto, en ese punto, la gravedad esta distorsionada. Puede parecer una obviedad, pero lo que vemos, lo vemos gracias a que vivimos en un mundo de luz, también podría no ser así. El chamán accede a un tejido nuevo, (en un principio ajeno a la luz), y lo que hace es, entre otras cosas, distorsionar el tejido. Parecería que el ser humano distorsione muchísimo el tejido en el que se encuentra y parecería que lo distorsionara más, cuando está en movimiento. ¿Hay algún suceso que vincule la fuerza vital o el fluido vital con un ovni?. Yo no he leído nunca nada, es decir, el tejido por donde circula la vida, es ajeno a ese tejido enfermo de gravedad. La amplia literatura sobre la influencia de los astros en el mundo y en el hombre, podría inducirnos a pensar, en la existencia de un tejido invisible afín a la gravedad. Que las oleadas ovni tengan relación con la proximidad de Marte, puede tener relación con la distorsión del campo gravitatorio (Y aun así no tienen porqué ser extraterrestres). Hay posesiones que se curan con una descarga a través del reiki. La primera idea de un tejido nos pone en una malla de 20 cm por 20 cm, (imaginando digo) pero pudiera ser que la medida estuviera en Armstrong, (medida de átomos) cosa que simplificaría mucho las cosas. Un ovni, se comporta como contemplara la distorsión que produce un hombre en movimiento y además tuviera un mapa con todas las distorsiones que se están produciendo a tiempo real. Ante un ovni nos falla nuestro mejor mecanismo, la intuición. La altura del suelo de aquello que pasa, parece que tiene interés, por ejemplo, un fantasma levita y un ovni hace cosas extraordinarias en el aire, pero cuando se acerca al suelo resulta que tiene patas ¿? y quema el suelo ¿?. En una visión de un ovni, parecería que el observador abriera una brecha en el cielo por donde entra luz, la alimentara con atención y después el individuo se dejara sorprender.